EL TOBAR
Situada en uno de los puntos
más altos de la Sierra de Cuenca (1250 metros en el pueblo y 1389 en Cerro San
Cristóbal).
El momento de mayor población
coincidió con una época especialmente difícil, los años 50 del siglo XX (87
vecinos y 305 habitantes en 1950). Por su puerta asomó el hambre tan común en
posguerra, pero apenas entró debido al esfuerzo de sus gentes que, con trabajos
de supervivencia en ganadería, agricultura o a jornal si lo había, lo
espantaron.
De hombres recios,
trabajadores e indolentes; y de mujeres fuertes, matriarcas y doblemente
trabajadoras: gobernaban la vida familiar y participaban al igual que sus
padres o sus maridos de los trabajos del campo.
Además de los trabajos del
campo, otros ingresos procedían del pino, tanto de la recolecta de la resina
como de su corta, la recolección del espliego
y la pesca del cangrejo de rio autóctono.
La resina se dejo recolectar a
mediados de los 50, la corta del pino a finales de los 70 con la llegada de las
motosierras y el cangrejo a partir de los 70 a causa de la enfermedad de
afanomicosis. En los tres meses de la pesca del cangrejo se llegaban a pesar
una media de 1.200 kilos, cuyo destino mayoritario era el mercado de
Madrid.
Aprovechó como ningún otro
pueblo de la comarca las escasas oportunidades de formación disponibles y, a
costa del esfuerzo familiar, en los años 60 se iniciaría por el Estado una
política de industrialización y renovación de las grandes urbes, que
junto a la falta de oportunidades en los pueblos de la zona, actuaría en estos
últimos como un afecto llamada que llevaría a la emigración de gran parte de su
población durante la década de los años 1960 y 70.
Desde el año 1930, con 280
habitantes de pleno derecho, la población se mantendría estable hasta el año
60. El censo es 281 habitantes, descendiendo, en el 1970 hasta los 154
habitantes.
En el periodo de mayor
esplendor, el pueblo disponía de dos tiendas,
una taberna o una tasca, como decimos por aquí, maestro y maestra,
tejedor, barbero, carpintero, albañil, albardero, y herrero, oficios hoy en día
prácticamente desaparecidos.
Hoy es uno de los miles de
pueblos avejentados merced al olvido del dios progreso. Pero se resiste a morir
por inanición. Y como pueblo acogedor que siempre fue, invitamos a nuestras
actividades a todos aquellos que quieran ser nuestros amigos.
El Tobar es un pueblo serrano
con encanto, pedanía de Beteta (Cuenca), situado a 2,5 km de éste último. En el
1973 paso a ser pedanía de Beteta
Este pequeño pueblo alberga grandes
sorpresas al turista, ya que es en él donde se encuentran la llamada Laguna
Grande (más conocida con el nombre de Laguna de El Tobar), la Laguna Pequeña
casi inapreciable a la vista por la extensa vegetación existente de carrizo,
masiega y eneas, y la Laguna Ciega que hoy en día no existe, el Castillos de
los Siete Condes, La Herrería (aunque está situada en el término de Santa María
del Val), El balneario del Solan de Cabras,…
FUENTE
LAVADERO
En este lavadero hoy en día las mujeres del pueblo y
transeúntes todavía lo usan para lavar la ropa.
FOTO DEL MUSEO
Encontramos también el Museo
Etnológico, donde podemos admirar los distintos utensilios y aperos de labranza
que se utilizaban en la zona para la subsistencia diaria.
ENLACES MUSEO
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